Fue una mujer modelo de cordobesas, fue la poetisa más inspirada, hasta sus tiempos, que hubo en Córdoba; y además de poseer grandes méritos como escritora, sobresalió también como esposa y como madre ejemplar.
Familia. Contrajo matrimonio a temprana edad con Manuel Alfaro de Góngora, con el que tuvo cinco hijos.
Formación. En su juventud no contó con el apoyo de sus padres para poder estudiar, dada su condición de ser mujer. No obstante, de forma autodidacta logró formarse. En 1875 obtuvo el título de maestra de Instrucción pública de Primaria, y empezó a dar clases a los hijos de las familias más acaudaladas de Córdoba.
Obra poética. Los versos de Rosario Vázquez eran sencillos, pero llenos de sentimiento. Destacaba la riqueza y precisión del lenguaje. Cosas que hacía medio en broma, sin darle importancia, aportaban un vocabulario brillante.
Entre sus obras destacan: “Cuentos caldeos”, “La leona” reconocido ensayo sobre la mujer,” La inteligencia” y una novela” “Rosina” o “La corona de Siemprevivas”.
Participó en los primeros Juegos Florales de Córdoba, en 1860, con el poema “Los amantes a la reja”; dicho texto resultaría premiado y sería publicado en el «Folletín» del Diario de Córdoba.
Traductora. Aprendió francés de manos de su marido, esto la sirvió para destacar como traductora, con la traducción de obras francesas como Cuentos caldeos, La leona reconocida, La inteligencia, etc.
Divulgación Colaboró con numerosos periódicos locales, como Diario de Córdoba, La Crónica de Córdoba, La Lealtad, La Verdad o El Noticiero Cordobés.
Academias. Fue correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, siendo la primera mujer que ingresó en la institución.
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