domingo, 15 de septiembre de 2019

ANA MARÍA VICENT ZARAGOZA



Ana María Vicent Zaragoza, arqueóloga, historiadora, profesora y académica. Nació en la localidad alicantina de Alcoy en 1923 y murió en Madrid en 2010 a los 87 años de edad. Llegó a Córdoba en 1959 para hacer realidad su sueño de dirigir un museo.

Familia. Estuvo casada con el también arqueólogo y profesor, Alejandro Marcos.

Formación. Se licenció en 1948 en Ciencias Históricas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valencia. En 1955 se trasladó a Madrid con una beca del CSIC para el Instituto «Velázquez» de Arte y Arqueología.

En los años 1957 y 1958 amplió sus estudios en Roma y Florencia y se diplomó en Arqueología paleocristiana y bizantina por la Universidad de Bolonia.

Docencia. Inició su carrera docente como Profesora Ayudante del Seminario de Prehistoria y Etnología en la Universidad de Madrid.

Fue Profesora Ayudante de Arqueología en la Universidad de Valencia. De 1949 a 1955 ocupó la Ayudantía de Historia del Arte Medieval, a la par que colaboró con el Museo de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.

En 1958 recibió el nombramiento de Profesora Adjunta de Prehistoria y Etnología en la Universidad Complutense de Madrid.

Museo Arqueológico Provincial de Córdoba. En 1959 aprobó las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archivos, Bibliotecas y Museos, con el número uno de su promoción.

Tomó posesión, en 1959, del cargo de Directora del Museo Arqueológico Provincial de Córdoba haciéndose con el legado que acumuló y catalogó Samuel de los Santos Jener anterior director del Museo, quien hasta su jubilación realizó una gran labor de inventario, catalogación y participación en excavaciones. Ella puso en marcha el ya proyectado y actual Museo Arqueológico Provincial cuando sólo era un germen.

Durante los 30 años que permaneció al frente del Museo cordobés ha destacado su pasión por el rescate del patrimonio histórico-artístico. Su labor dejó un recuerdo grato y entrañable en Córdoba. Ella lo instaló en su actual sede, tras conseguir su declaración como Monumento Histórico Nacional en 1962 y rehabilitarlo. La inauguración tuvo lugar en mayo de 1965.

La tenaz e inteligente levantina multiplicó por treinta sus fondos, los organizó e ideó el sistema expositivo, creó la revista «Corduba Archaeologica», lo dotó de una biblioteca especializada y lo colocó entre los tres mejores de España.

Tiene el Museo dos plantas, tres patios y un jardín. En la planta baja y los patios, llaman la atención las colecciones íberas y romanas. De las primeras destacan las figuras zoomorfas; de las segundas, las estatuas femeninas, los bustos de emperadores, mosaicos, ajuares domésticos, columbarios, un sarcófago paleocristiano y la escultura del dios Mitra sacrificando al toro, hallada en Cabra.

La primera planta está dedicada a piezas musulmanas, de las que descuella, sin lugar a dudas, el cervatillo de bronce procedente de una de las fuentes de la ciudad califal de Medina Azahara

Arqueóloga. Vicent participó en numerosas excavaciones en la provincia, salvó de la destrucción numerosas portadas, casas típicas e iglesias cordobesas «frente a muros de intereses e incultura», y a propuesta suya el Estado adquirió entero el yacimiento de Medina Azahara. En todo encontró la ayuda de su marido, el también arqueólogo y profesor, Alejandro Marcos.

Publicaciones. Tiene publicado una gran cantidad de trabajos de temas relacionados con su especialidad.

Cargos públicos. En 1980 fue nombrada Inspectora Provincial de Yacimientos Arqueológicos. En 1989 se trasladó a Madrid, donde fue nombrada Vicepresidenta de la Asociación de Protectores y Amigos del Museo Arqueológico Nacional, y desde 1999 Vocal Adjunta de la Junta Directiva.

Academias. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1970) y de la Academia de Santa Isabel de Hungría de Sevilla (1976).

Reconocimientos honoríficos

  • Miembro correspondiente del Instituto Arqueológico Alemán (1969),

  • Medalla al Mérito Turístico (1969)

  • Medalla de Oro al Mérito de la ciudad de Córdoba

  • Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes (1972)

  • Recibió el Jacobino de Plata en el año 1995 concedido por el Ateneo de Córdoba.

  • En 1995, a propuesta de un numeroso grupo de ateneistas encabezados por Joaquín Martínez Bjorkman, el Ateneo de Córdoba la nombró Ateneista de Honor rindiéndole un cálido homenaje.




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