jueves, 26 de septiembre de 2019

DORA LA CORDOBESITA



Dolores Castro Ruiz, conocida como “Dora la Cordobesita”, cupletista y modelo del pintor Julio Romero de Torres. Nació en Córdoba en 1902 y murió en Sevilla en 1965 a los 63 años de edad.

Fue una del las principales tonadilleras de los años veinte del siglo XX, cuando el cuplé tuvo su época dorada

Familia. Sus padres, José y Carmen, no habían formalizado su relación en matrimonio por ser muy jóvenes, ambos con 19 años. Estuvo casada con el torero sevillano Manuel Jiménez Moreno "Chicuelo" de cuyo matrimonio tuvieron seis hijos, de los cuales Rafael y Manuel  continuaron la carrera torera con el sobrenombre de los “Chicuelos”.

Inicios. Se crió en el castizo barrio de San Lorenzo, desde muy pequeña sintió gran vocación por el arte de la canción en su versión del cuplé andaluz. La conoció el empresario cordobés Antonio Cabrera, y debutó en los escenarios por primera vez cuando solo tenía 12 años en un local de Córdoba, siendo presentada por la famosa Amalia Molina, cuyo estilo imitaba Dora.

Carrera artística. Sus triunfos la catapultaron por los principales teatros de Andalucía y España, en el Teatro Cervantes de Granada y el Gran Teatro de Córdoba, fue donde obtuvo mayor popularidad. Las actuaciones las realizaba como tonadillera en el conocido espectáculo "Lo mejor de Córdoba" entre otros montajes. Posteriormente, en el año 1923, actuó en el nuevo Teatro Duque de Rivas de Córdoba antes denominado Teatro Circo y también Parque Recreativo. Su presentación en Madrid fue en 1919 en el famoso Teatro Romea situado en la calle Carretas, donde la pagaron uno de los mayores cachés de la época, 500 pesetas por noche.

Estilo. Sus actuaciones la hicieron famosa al interpretar toreo de salón con pases a diestro y siniestro, al unisono, cantaba un pasodoble elogiando los valores taurinos de Joselito y  Juan Belmonte, acompañada con el público, que no cesaba de jalearla en continuos "olés".

Canciones de éxito. Hizo populares numerosas canciones entre ellas: “La rosa de los calés”, “Cruz de Mayo cordobesa”, “Yunque y martillo” o “Nativa de Faraón”; la mayoría eran partituras del maestro Font de Ania, por el que la singular Dora sentía verdadera veneración.

Crítica. La prensa de aquel momento, tanto de periódicos como revistas, seguían las galas de Dora  y daban puntual información de sus éxitos, convirtiéndola en una referencia para todas aquellas jovencitas que tenía aspiraciones por entrar en el mundo de la farándula. Sus coplas, eran tatareadas por las vecinas de los patios compartidos en sus lavaderos o cocinas comunes, aquellos lugares tan frecuentes en las casas de los barrios castizos de toda Andalucía.

Relación con Julio Romero de Torres. A principios de los años veinte, conoció en Madrid a su paisano el pintor Julio Romero de Torres. Al verla, quedó prendado de su belleza y le propuso tomarla como modelo para realizar algunos cuadros, entre ellos  A la espada de una Guitarra y el famoso Anís La Cordobesa. Romero la retrató en muchas ocasiones entre 1920 y 1925.

Residencia en Sevilla. A partir de su matrimonio se estableció en su nueva residencia de Sevilla en la popular Alameda de Hércules en el chalet que fuera de El Gallo. Chicuelo anunció que su esposa se retiraba de los escenarios para atender sus menesteres familiares. No dejó de visitar Córdoba con frecuencia.



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