Averroes,
es el nombre latinizado del árabe Abū l-Walīd
Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd, fue
filósofo, médico y jurista. Nació en Córdoba en 1126 y murió en
Marrakech (Marruecos) en 1198 a los 72 años de edad.
Fue
el más ilustre filósofo, médico y jurista de la España musulmana.
Lo nombraron médico de corte y le confiaron, en España y en
Marruecos, una serie de misiones que culminaron en 1182 con el
nombramiento de cadí de los cadíes de Córdoba.
Averroes
se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible
la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres
perecederos.
Familia
Averroes
descendía de una familia de juristas. Su abuelo fue cadí principal
de Córdoba bajo el régimen de los almorávides y su padre
mantuvo el mismo cargo hasta la llegada de la dinastía almohade en
1146.
Formación
Estudió
al mismo tiempo teología y materias literarias. Además también
estudió medicina, astronomía y filosofía. Tuvo acceso por tanto
a todo el conocimiento de su tiempo y en su ambiente, y a lo largo de
su vida no dejó de profundizar, no sólo con nuevas lecturas, sino
también con reflexiones y observaciones directas.
Trayectoria
profesional
Fue
designado juez en Sevilla en 1169 y en Córdoba en 1171; en
1182 fue médico de Abu Yaqub Yusuf, califa almohade de
Marruecos y de la España musulmana. En 1194, el emir, Yusuf II,
determinó su destierro debido a su teoría filosófica que afirmaba
que la razón primaba sobre la religión, posteriormente fue
rehabilitado.
El
Comentador
Averroes
fue conocido en Occidente como "el Comentador" por haber
traducido y divulgado las obras de Aristóteles. De entre sus
numerosas obras, destacan precisamente los “Comentarios a
Aristóteles”, de los cuales existen el “Comentario
mayor” (1180), en el que explicó frase por frase
el corpus aristotélico; el “Medio”, en el que explicó
el conjunto de los textos, y el “Pequeño” comentario o
paráfrasis(1169-78), que resumía su significado general. También
comentó “La república” de Platón.
Filósofo
Entre
sus ideas se destacó la afirmación de que las verdades metafísicas
pueden expresarse por dos caminos: el de la filosofía y el de la
religión. También rechazó la idea de que el mundo haya sido creado
en un momento dado y afirmó, claramente influido por Aristóteles,
que Dios es el "primer motor", fuente propulsora de todo
movimiento que transforma lo potencial en lo real.
Represión
A
finales del siglo XII una ola de fanatismo integrista islámico
invadió Al-Ándalus después de la conquista de los
almohades, y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena y Cabra,
cerca de Córdoba, prohibiéndose sus obras. Poco tiempo antes
de su muerte, sin embargo, fue reivindicado y llamado a la corte en
Marruecos.
Muchas
de sus obras de lógica y metafísica se perdieron
definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su
obra sólo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo
y latín, y no en su original árabe.
Pensamiento
filosófico
La noética de
Averroes, formulada en su obra conocida como Gran comentario,
parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos,
el nous pathetikós (intelecto receptivo) y el nous
poietikós (intelecto agente), que permitió desligar la
reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas.
Averroes
se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible
la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres
perecederos.
El
filósofo cordobés se distanció de Aristóteles al subrayar la
función sensorial de los nervios y al reconocer en
el cerebro la localización de algunas facultades
intelectivas (imaginación, memoria...).
Averroes
situó el origen de la intelección en la percepción sensible de los
objetos individuales y concreta su fin en la universalización, que
no existe fuera del alma (el principio de los animales): el
proceso consiste en sentir, imaginar y, finalmente, captar el
universal.
Ese
universal tiene, por lo demás, existencia en cuanto que lo es por
aquello que es particular. En cualquier caso, es el intelecto o
entendimiento el que proporciona la universalidad a lo que parte de
las cosas sensibles.
La
concepción del intelecto en Averroes es cambiante, pero en su
formulación más amplia distingue cuatro tipos de intelecto, es
decir, las cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis
del conocimiento: material(receptivo), habitual (que
permite concebirlo todo), agente (causa eficiente y formal
de nuestro conocimiento, intrínseco al hombre y que existe en el
alma) y adquirido (unión del hombre con el intelecto).
Averroes
distingue, además, entre dos sujetos del conocimiento (más
propiamente: los sujetos de los inteligibles en acto): el sujeto
mediante el cual esos inteligibles son verdaderos (las formas que son
imágenes verdaderas) y el sujeto mediante el que los inteligibles
son un ente en el mundo (intelecto material).
Consecuentemente,
el sujeto de la sensación (por el cual es verdadera)
existe fuera del alma y el sujeto del intelecto (por el cual este es
verdadero), dentro.
Relevancia
A
pesar de la condena de 219 tesis averroístas por parte del obispo
parisino Étienne Tempier en 1277 a causa de su
incompatibilidad con la doctrina católica, muchas de éstas
sobrevivieron en la literatura posterior de mano de autores
como Giordano Bruno o Giovanni Pico della Mirandola.
A
fin de salvar la incompatibilidad de las tesis averroístas con la
doctrina cristiana, Siger de Brabant propuso la doctrina de
la doble verdad, según la cual hay una verdad religiosa y una
verdad filosófica y científica. Esta doctrina sería adoptada por
la mayoría de defensores europeos del averroísmo.
Autor: Feliciano Robles
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